jueves, 14 de octubre de 2010

Reflexiones otoñales



"Entre nubes de sal y arena,
la magia de existir,
un cuerpo, una quimera."

Piensas que todo funciona, las horas pasan, los días pasan y pasan cosas que oprimen el pecho. Luchas con todas tus fuerzas para levantar la comisura de los labios y poner al mal tiempo buena cara. Pero es difícil, muy difícil… Miras a los faros que quieres que guíen tu vida y evitan casi siempre, que navegues a la deriva. Pero es difícil, muy difícil… Te empeñas en llenar tus vacios con entretenimientos, adquisiciones, al final solo estás tú sola. Aprendes a no ser tan exigente contigo misma y, al menos, alivias algo la decepción y la responsabilidad ante aquello que se te escapa por más que te empeñes en hacerlo todo lo mejor que puedes y en no defraudar, porque es para lo que te han preparado. Pero es difícil, muy difícil… Quieres ser feliz, consciente de que la felicidad no son más que destellos entre nubarrones. “Solo hay que ser valientes, creer en la magia y estar segura de que el final serás feliz”, pero siempre desde la convicción de que el final es triste porque acaba en muerte.
Ahora entiendo lo de los espejismos, ellos son los que nos ayudan a seguir hacia adelante sin sentarnos en el camino y morir de inanición. La fuerza de los demás nos empuja y, así todos a una, nos impulsamos para evitar la tentación de parar con todas sus consecuencias. La vida pide ser vivida y esa es la dictadura que nos rige.

No hay comentarios: