sábado, 30 de abril de 2011

La muerte, una anécdota y un vacío más


La muerte, una anécdota más al final de la vida. A no ser que la muerte nos visite muy de cerca, nos roce la piel, las entrañas y el corazón, termina siendo una simple anécdota, un dato más en la vida de los otros.
Esto no significa que no la sintamos, sí se siente, porque con cada muerte pensada revivimos a todos nuestros muertos. Nos quedan sus obras ( en todos sus sentidos).
El nombre de este blog surgió como homenaje a una obra que siempre me ha acompañado desde que la leí. Esta breve referencia es en memoria de su autor, Ernesto Sábato.

«Un escritor expresa grandes cosas con pequeñas palabras; a la inversa del mal escritor, que dice cosas insignificantes con palabras grandiosas.» E. S.

El discurso de Ana María Matute


Poco conozco de Ana María Matute, pero después de haber leído este discurso, haré un hueco en mi futuras lecturas para algún libro suyo.

Discurso Ana María Matute

sábado, 23 de abril de 2011

Día del libro, 23 de abril



Casualmente el protagonista del libro que estoy leyendo ahora es un libro. Las aventuras de un libro vagabundo de Paul Desalmand, Ediciones Destino, Barcelona, 2010. Llegó a mis manos como regalo de cumpleaños y me está regalando momentos placenteros.


Entre las citas que he ido señalando está la siguiente:
"Me gustan esas conversaciones nocturnas cuando no son fruto de la necesidad de matar el tiempo, ni son tediosas, sino ocurrentes; cuando en el 'fuego de la discusion' aprendo cosas nuevas sobre los demás y sobre mí mismo" p. 52
Y esto me trae a la memoria noches de verbenas, noches granaínas, noches de playa, noches portuguesas... y a las personas con que las que disfruté esos momentos.

martes, 12 de abril de 2011

El buen humor educa


Breve artículo recogido de la página Mejoratuescuelapublica , aplicable también a los papis, a las mamis y a cualquier persona que nos crucemos.


El buen humor educa Escrito por M.V. Jueves, 09 de Abril de 2009 08:32


Los niños y los adolescentes son muy sensibles al buen o mal humor habituales de su Profesor. Es por eso muy necesario esforzarse por mantener un tono de tranquila y serena alegría en las clases, que se manifiesta en el rostro y en los gestos, así como en las reacciones pacientes e imaginativas para afrontar los pequeños o grandes desafíos adolescentes. Algunos colegas, zarandeados por la vida y por la tensión en los Centros educativos, adoptan ante los chicos un tono malhumorado, cínico o amargo, o lleno de una ironía destructora de la esperanza. Nada de esto es educativo. El buen humor exige una madurez para no volcar en los otros las propias frustraciones o contrariedades. El mejor instrumento educativo de que dispone un profesor es su propia persona. Con su actitud puede presentar a los alumnos el modelo de una personalidad madura, que sabe superar día a día las pequeñas o grandes dificultades del vivir. El sereno optimismo del profesor presta a los alumnos un servicio constructivo. Ellos nos ven vivir día a día, y aprenden de lo que somos, no de lo que aparentamos, ni siquiera de lo que decimos.¡Educar es tarea comprometida!. Última actualización el Miércoles, 12 de Enero de 2011 18:23