sábado, 30 de abril de 2011

La muerte, una anécdota y un vacío más


La muerte, una anécdota más al final de la vida. A no ser que la muerte nos visite muy de cerca, nos roce la piel, las entrañas y el corazón, termina siendo una simple anécdota, un dato más en la vida de los otros.
Esto no significa que no la sintamos, sí se siente, porque con cada muerte pensada revivimos a todos nuestros muertos. Nos quedan sus obras ( en todos sus sentidos).
El nombre de este blog surgió como homenaje a una obra que siempre me ha acompañado desde que la leí. Esta breve referencia es en memoria de su autor, Ernesto Sábato.

«Un escritor expresa grandes cosas con pequeñas palabras; a la inversa del mal escritor, que dice cosas insignificantes con palabras grandiosas.» E. S.

No hay comentarios: